lunes, 2 de junio de 2008

Veneno

Cuenta la leyenda que antes de que los hombres blancos vinieran a nuestro continente, existía una serpiente que representaba el miedo y el sufrimiento para todos los demás seres. Los dioses aztecas no la toleraban, pues mataba a los animales con miedo y dolor: su alimento favorito eran los humanos y las arañas. Como los dioses sabían que era un poco vanidosa decidieron hacer un espejo mágico para deshacerse de ella: era el blanco perfecto, así que lo bañaron con un veneno especial; en cuanto lo vio, ella se enredó en el espejo, pero no este no la mató, sólo la inmovilizó. Los dioses se molestaron e hicieron una araña única, una araña parlante, ésta la mataría.

La araña bajó del cielo y empezó su recorrido, pero cuando iba avanzando se lastimó una de sus ocho patas. Cuando la araña encontró a la serpiente trató de matarla, aunque fue difícil porque la serpiente se defendía y la araña estaba lastimada, finalmente lo logró. Al menos eso es lo que se cree. La serpiente quedó atrapada en el espejo por un encantamiento que conjuró la araña.

Año 2100.

-¡Nunca! –Dijo la Pantalla.- Hemos trabajado mucho para que nos boten.
-Pero yo creo que sería bueno –explicó el Mouse-, estamos hechos para obedecer. Señoría, yo sé que usted tiene más poder al tener servicio de Internet y ponerse de acuerdo con las demás comunidades de computadoras, pero debemos descargar la información de la Máquina del tiempo. Verdad Impresora, Impresora…
-Yo no estoy de acuerdo –replicó la Impresora.
-Yo tampoco –dijo el Teclado.
-A ti nadie te preguntó –dijo el Mouse.
-Por favor ¡basta! –gritó el Computador.- En primera, les pido que no hagan tanto ruido, qué no ven nuestro amo PC está durmiendo…
-Ese no es un amo, es un pelele, es más hasta a nosotros nos obedece –dijo el Mouse.
-¡Basta! –Dijo la Pantalla.- Mañana estarás en la basura…
- Noooooo. –Se escuchó en la oficina el aterrado grito del Mouse.

Esa noche, sin que los demás estén de acuerdo, el Mouse despierta a la PC y le dice: “Enciéndete”, y ella como siempre, obedece. El Mouse entra a Internet y se mete al sitio, ve un anuncio que dice: “Viaje por el tiempo.” El Mouse pulsa sobre la pantalla y aparece un mensaje: “Saldrás sólo si cumples tu misión.” La pantalla lo absorbe. El Mouse despierta en una selva, está rodeado de tigres, entonces huye. Con el ruido que hace al desplazarse los tigres se despiertan. Lo siguen. El Mouse se encuentra con una araña. Ahora tiene dos opciones: aplastarla o perder el tiempo en recogerla arriesgándose a que los tigres lo alcancen… Decide recogerla. Pasa por un puente y al finalizar su recorrido voltea y descubre que los tigres ya están casi detrás de él. Corta el puente y sus enemigos caen al vacío. Él continúa su recorrido cargando a la araña lesionada hasta que se vuelve de noche, entonces el Mouse enciende la fogata y dice:
-Tú eres la única amiga que tengo en el mundo.
-Tú también –responde la araña.
-¡Hablas! No lo puedo creer. ¡Qué bueno!

Y conversaron durante horas… la araña le contó muchas historias. Y a partir de entonces vivieron grandes aventuras: caían en estanques de cocodrilos, nidos de roedores y cuevas de feroces hienas. El lema del Mouse era: “Todo lo malo merece morir…” La araña un día le contó “La leyenda del espejo y la serpiente”, y ella lo llevó a donde estaba enterrado el espejo encantado; cuando lo encontraron emitía un resplandor deslumbrante. El Mouse con dificultad observó que abajo del espejo había una cola y dijo:
-¿Y si se la quito? –Sin esperar respuesta se la quitó y la víbora logró salir del espejo. Inmediatamente el Mouse se espantó al ver a la serpiente afuera porque creyó que era mala. Entonces tomó un tronco y lo encendió a modo de antorcha y con la intención de quemar a la serpiente se aproximó a ella.
-¡Noooo! –Dijo la serpiente.- Tú me temes porque me crees mala, pero eso no te da derecho a matarme. Para comer, debo atrapar y matar a mis presas, lo que hago no es malo, se llama supervivencia. Mira en el espejo, si seguimos así no habrá vida. El Mouse se asomó al espejo y observó todas las cosas horribles que habían pasado a lo largo de los siglos, y vio también las cosas que podrían suceder en un futuro si no acabamos con la intolerancia.
-Si nos quitaran un trozo de nosotros por cada error cometido, seguramente no seríamos nada. –Explicó la serpiente, mientras la araña en silencio los observaba.- Durante los siglos que estuve atrapada en el espejo tuve tiempo para observar y reflexionar muchas cosas.

El Mouse caviló por un buen rato y finalmente dijo: “Tienes razón”, y dejó caer la antorcha y en ese preciso momento despertó en la oficina donde él habitaba.

Año 2100

Al día siguiente el Mouse decidió hablar con todos sus compañeros y quedaron de acuerdo. Así que ese día aprendió que existen otras formas de razonar con los demás: dialogando.

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